La automotriz General Motors (GM) reportó una caída significativa en sus ganancias debido a los aranceles comerciales impulsados por Donald Trump, con un impacto negativo estimado en 1,100 millones de dólares. A pesar de superar las expectativas del mercado con ganancias ajustadas de 2.53 dólares por acción, la cifra fue inferior a los 3.06 dólares registrados en el mismo periodo del año anterior.
Durante el anuncio de resultados trimestrales, GM no reveló ningún plan inmediato para recuperar los niveles de rentabilidad anteriores a los aranceles. Además de las tarifas, otros factores que afectaron las finanzas de la compañía incluyen el incremento en los costos de garantía y una creciente acumulación de vehículos eléctricos en inventario, que próximamente perderán acceso a subsidios federales conforme a la nueva legislación fiscal estadounidense.
Uno de los principales desafíos para GM ha sido absorber los aranceles sin trasladar el costo a los consumidores, lo que ha limitado su margen de maniobra. La compañía ha optado por reducir costos y repatriar parte de su producción como estrategia de mitigación. La CEO Mary Barra destacó que están posicionando el negocio para un futuro rentable, adaptándose a las nuevas políticas fiscales y comerciales, y al avance tecnológico.
GM informó que los aranceles sobre vehículos importados desde Canadá, México y Corea del Sur han afectado directamente su desempeño en el mercado estadounidense. Aunque las ventas en EE.UU. se incrementaron y se logró un segundo trimestre consecutivo con ganancias en China, el beneficio neto cayó un 35 %, pasando de 2,900 millones a 1,900 millones de dólares.
La empresa estimó que para finales de este año podrá compensar hasta un tercio de los costos arancelarios, que ascienden a entre 4,000 y 5,000 millones de dólares. Sin embargo, advirtió que el impacto podría ser mayor en el trimestre actual.
Como parte de su plan de recuperación, GM anunció una inversión de 4,000 millones de dólares en sus plantas de Michigan, Kansas y Tennessee, destinada a aumentar la producción local de SUV pequeños y camionetas, reduciendo así su dependencia de las importaciones desde México.
La automotriz mantiene su proyección de ganancias anuales antes de intereses e impuestos entre 10,000 y 12,500 millones de dólares, cifra que fue reducida desde un estimado anterior de hasta 15,700 millones, reflejando el nuevo panorama financiero que enfrenta la compañía.