El Gobierno de México buscará entablar un diálogo con Estados Unidos para evitar la imposición de una sanción del 20.91% sobre las exportaciones de tomate mexicano, derivada de acusaciones de dumping, es decir, de competencia desleal por presuntamente vender a precios artificialmente bajos.
Julio Berdegué, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), aclaró en conferencia de prensa que no se trata de un nuevo arancel, sino de una cuota compensatoria impuesta como resultado de una orden antidumping. Estas medidas, explicó, son parte de una disputa comercial que se remonta a 1996, cuando se firmó un acuerdo de suspensión que regulaba la exportación de jitomate mexicano a Estados Unidos.
Durante su intervención, Berdegué explicó que el dumping consiste en vender un producto por debajo de su valor real para desplazar a la competencia y ganar control del mercado. Señaló que, en este caso, las acusaciones provienen principalmente de productores de tomate en Florida, quienes han sostenido por décadas que los precios mexicanos son injustos, algo que el gobierno mexicano rechaza categóricamente.
Estados Unidos notificó que la sanción entraría en vigor el próximo 14 de julio, y México tiene un plazo de 90 días para negociar antes de que la medida se aplique formalmente. De concretarse, la sanción afectaría significativamente al comercio bilateral, ya que el 99.8% de los tomates que exporta México tienen como destino EE. UU., generando más de 2,560 millones de dólares en 2023, según datos del portal Data México.
Además, el funcionario advirtió que este gravamen encarecería los tomates en el mercado estadounidense, donde 6 de cada 10 tomates consumidos provienen de México. “No nos pueden sustituir fácilmente. Si imponen la sanción, simplemente pagarán 21% más por sus tomates”, advirtió Berdegué.
El Gobierno mexicano mantiene su postura de resolver el conflicto mediante el diálogo y confía en que se podrán alcanzar acuerdos que eviten mayores tensiones comerciales.