YouTube pagará 24.5 millones de dólares a Trump por suspensión de su cuenta tras el asalto al Capitolio

La plataforma de videos YouTube acordó pagar 24.5 millones de dólares para resolver una demanda interpuesta por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras la suspensión de su cuenta en enero de 2021, poco después del asalto al Capitolio. La medida se justificó en ese momento por “preocupaciones sobre la potencial violencia en curso”, aunque la empresa no especificó qué normas de la comunidad se habían violado.

Detalles del acuerdo

De acuerdo con la información difundida, del total del pago, 22 millones de dólares serán destinados por Trump a la organización Trust for the National Mall, con el propósito de financiar la construcción de un nuevo salón de baile en la Casa Blanca.

Los 2.5 millones de dólares restantes se distribuirán entre otros demandantes que también acusaron a YouTube de aplicar medidas de censura en el marco de la moderación de contenido digital.

Cabe recordar que la cuenta de Trump en YouTube permaneció bloqueada durante más tiempo que en otras plataformas como Meta y X (antes Twitter), donde también fue suspendido tras los hechos violentos del 6 de enero de 2021. Su perfil fue restablecido en 2023.

Acuerdos con otras plataformas

El arreglo se suma a otros convenios alcanzados este mismo año: Meta pagó 25 millones de dólares y X entregó 10 millones para poner fin a litigios relacionados con la suspensión de las cuentas del exmandatario y la gestión de la desinformación en redes sociales.

Aunque YouTube no admitió responsabilidad en este acuerdo, el pago cierra uno de los capítulos legales más relevantes en torno a la libertad de expresión en internet y la capacidad de las plataformas digitales para moderar contenidos de figuras políticas de alto perfil.

SAT busca facultad para bloquear Netflix, YouTube y Spotify en México por incumplimiento fiscal

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) pretende obtener nuevas facultades que le permitan ordenar el bloqueo temporal de plataformas digitales como Netflix, YouTube y Spotify en caso de incumplimiento fiscal. La propuesta forma parte del proyecto de reforma al Código Fiscal de la Federación 2026, actualmente en análisis.

¿En qué consiste la propuesta del SAT?

La iniciativa plantea la creación del artículo 30-B, que obligaría a los prestadores de servicios digitales a otorgar al SAT acceso en línea y en tiempo real a la información de sus sistemas centrales, desde operaciones hasta transacciones financieras.

En caso de que una empresa niegue la entrega de información o incumpla con el pago de impuestos, el SAT podría instruir a los concesionarios de telecomunicaciones —como Telmex, Telcel, Izzi o Totalplay— a bloquear temporalmente el acceso a dichas plataformas en todo el territorio nacional.

Un “botón de apagado digital”

De aprobarse, especialistas señalan que México contaría con un auténtico “botón de apagado digital”, que colocaría al país entre los regímenes de control fiscal más estrictos de América Latina. El Gobierno justifica esta medida al señalar que el crecimiento del mercado digital ha generado huecos legales que han permitido a grandes tecnológicas minimizar sus obligaciones fiscales.

Antecedentes de la propuesta

No es la primera vez que surge una iniciativa similar. En 2021, la Ley del IVA ya incluía un mecanismo de suspensión contra plataformas extranjeras que no se registraran ante el SAT. Ese mismo año, se intentó incorporar una medida parecida en la Ley de Telecomunicaciones, pero fue retirada tras críticas que la calificaban como un intento de censura digital.

La diferencia actual es que el mecanismo se trasladaría al Código Fiscal de la Federación, lo que le otorgaría un marco legal más sólido y permanente.

Lo que viene

La propuesta deberá discutirse en la Cámara de Diputados como parte del paquete fiscal 2026. De aprobarse, el SAT tendría una de las herramientas más poderosas para controlar el cumplimiento tributario en plataformas digitales, con un impacto directo en millones de consumidores mexicanos y en la operación de gigantes tecnológicos internacionales.