Apple evita crisis por aranceles de Trump: iPhones, iPads y Macs quedan exentos temporalmente

Apple Inc. logró sortear una de sus mayores amenazas económicas desde la pandemia de COVID-19, gracias a una decisión clave del presidente Donald Trump: la exención temporal de aranceles a productos electrónicos fabricados en China, incluidos iPhones, iPads, Macs, Apple Watch y AirTags.

La medida, anunciada el viernes por la noche, evitó la aplicación de aranceles del 125% para importaciones desde China y del 10% a productos de consumo provenientes de otros países. Aunque aún se contempla un nuevo impuesto sectorial para dispositivos con semiconductores, esta exención representa un respiro estratégico para Apple, que depende en gran medida de la manufactura china.

El analista Amit Daryanani, de Evercore ISI, calificó la decisión como “un gran alivio”, al señalar que los aranceles habrían elevado significativamente los costos de producción y afectado los márgenes de ganancia. Se prevé que las acciones de Apple repunten tras una caída del 11% en el mes.

Antes del anuncio, la empresa planeaba aumentar su producción de iPhones en India, donde actualmente ya se fabrican más de 30 millones de unidades al año. Esta estrategia buscaba mitigar el impacto de los aranceles y mantener estables los precios de los dispositivos, especialmente de cara al lanzamiento del iPhone 17.

Sin embargo, el alivio es temporal. El Secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, advirtió que los dispositivos exentos estarían sujetos a un impuesto futuro específico al sector de semiconductores. Además, persiste la incertidumbre por posibles represalias de China, que ya ha restringido el uso de iPhones en el sector público y podría endurecer controles aduaneros.

Según Morgan Stanley, el 87% de los iPhones y el 60% de las Macs se fabrican en China, lo que subraya la alta dependencia de Apple del país asiático. Aunque la marca ha diversificado parte de su producción hacia Vietnam, Tailandia y Malasia, un rompimiento total con China sigue siendo improbable debido a la escala y eficiencia de sus operaciones.

Por ahora, Apple respira aliviada, pero la presión para reconfigurar su cadena de suministro global continúa.