El Gobierno de China manifestó este jueves su rechazo a las medidas comerciales anunciadas por Claudia Sheinbaum, presidenta de México, quien adelantó que su administración analiza imponer aranceles a países con los que no existen tratados de libre comercio, entre ellos la nación asiática.
El portavoz de la Cancillería china, Guo Jiakun, aseguró que Pekín “se opone a toda forma de unilateralismo, proteccionismo y medidas discriminatorias o excluyentes”, al considerar que este tipo de disposiciones afectan la estabilidad del comercio internacional.
Postura de China frente a México
En rueda de prensa, Guo enfatizó que China siempre ha abogado por una globalización económica inclusiva y beneficiosa, y rechazó cualquier restricción “bajo coerción o pretextos” que pueda afectar sus derechos e intereses legítimos.
“Confiamos en que los países implicados defenderán su independencia y abordarán adecuadamente estos asuntos”, afirmó el vocero, en clara referencia a México y su cercanía comercial con Estados Unidos.
El contexto del anuncio de Sheinbaum
Las declaraciones de Sheinbaum se dieron apenas un día después de la visita del secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, con quien discutió aspectos de la política comercial impulsada por el presidente Donald Trump.
Sheinbaum indicó: “Sí estamos considerando poner algunos impuestos arancelarios con los países con los que no tenemos tratado comercial. Entre ellos también se encuentra China, pero no es el único país”.
Impacto en el comercio internacional
Expertos chinos como Zhou Mi, de la Academia de Cooperación Económica y Comercial Internacional, advirtieron que los aranceles unilaterales promovidos por EE.UU. ya han dañado las reglas del comercio multilateral.
“Coaccionar a otros países para que rompan las normas comerciales es una medida egoísta que perjudica a terceros”, señaló el académico en entrevista con el Global Times.
Cabe recordar que en 2023 México superó a China como principal socio comercial de Estados Unidos, lo que incrementa la tensión en el panorama económico global y coloca al país latinoamericano en una posición estratégica frente a Washington y Pekín.