“Agradezco la visita de Rohan Patel, director de Desarrollo de Negocios de Tesla, así como de Eugenio Grandio, director de Mercado en México. Pronto habrá más buenas noticias”, aseguraba el pasado 14 de febrero el canciller Marcelo Ebrard, en su cuenta de Twitter. El mensaje, rebosante de optimismo, ha tardado menos de 15 días en cumplirse.
Elon Musk, de nuevo el hombre más rico del mundo, ha elegido a México para construir una planta de autos eléctricos, según han confirmado este lunes a EL PAÍS fuentes allegadas a la negociación.
El presidente López Obrador ha desvelado este martes que la factoría se ubicará en Monterrey, Nuevo León, aunque aún se desconoce el monto del desembolso. “Viene la empresa Tesla completa, quedó pendiente lo de las baterías, pero toda la planta automotriz que va a ser muy grande”, ha declarado este martes en Palacio Nacional.
Los detalles sobre el proyecto se prevé que los dé a conocer el propio Musk este miércoles en el Invest Day de la firma. El aterrizaje de Musk en México supone una apuesta segura para convertir al país en un hub de ensamblaje en América Latina para este tipo de tecnología.
México ya ha dado certeros pasos en esta senda. Plantas como Audi o BMW cuentan actualmente con líneas de producción de autos eléctricos.
Sin embargo, expertos en la industria advierten de que la llegada de esta mega factoría a suelo mexicano supondría un catalizador para disparar la producción de este tipo de coches.
Con más de 45.000 unidades de vehículos híbridos y eléctricos vendidos en 2022, México es líder en la comercialización de este tipo de autos en América Latina, incluso por encima de Brasil, con 35.000 y Colombia, con 17.700. “Ahorita la producción es baja, el mercado es incipiente, estamos produciendo sobre todo para los Estados Unidos y si se llega a venir esta planta [Tesla] será muy importante para el país”, comenta José Zozaya, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
El país es el séptimo productor de vehículos —por encima de Brasil y España— y es el quinto exportador en el mundo, de acuerdo con cifras de la AMIA. México cuenta con una capacidad instalada de producción de más de cinco millones de vehículos anuales y, hasta 2021, más del 90% de los vehículos ligeros producidos en México fueron para exportación, siendo Estados Unidos el principal destino. En estos momentos, el ecosistema mexicano tiene una red de 22 plantas de automóviles y una decena de factorías especializadas en la fabricación de motores y transmisiones para vehículos. “La llegada de Tesla sería una confirmación del gran valor de la mano de obra calificada mexicana, de que México es un país en que se puede invertir en forma segura y estable y que las condiciones que se ofrezcan se van a respetar”, añade Zozaya.
