La empresa automotriz Tesla, propiedad del magnate Elon Musk, reportó una caída del 13% en sus ventas globales de autos eléctricos durante el segundo trimestre de 2025. Entre abril y junio, se vendieron 384,122 unidades, una cifra considerablemente menor a las 443,956 unidades vendidas en el mismo periodo del año anterior.
Este descenso se produce en medio de un clima de controversia política y mediática. Diversas declaraciones públicas de Musk, quien ha mostrado afinidad con figuras políticas de derecha, como Donald Trump y líderes europeos conservadores, han provocado reacciones polarizadas. Según analistas, estos posicionamientos podrían haber generado un rechazo entre ciertos sectores de consumidores, afectando la imagen de la marca.
Además, el panorama financiero de Tesla ya mostraba signos de debilidad. En el primer trimestre de 2025, la empresa reportó una caída del 71% en su ingreso neto, lo que ha generado preocupaciones sobre su estabilidad a largo plazo. Aunque los Modelos 3 y Y registraron 373,728 unidades vendidas, superando la previsión de 356,000 de Wall Street, el resultado global no logró revertir la tendencia negativa.
En medio de este escenario, las acciones de Tesla subieron un 4% en las operaciones previas a la apertura del mercado, impulsadas por el rendimiento inesperado de ciertos modelos. Sin embargo, los analistas mantienen una postura cautelosa respecto a los resultados del segundo trimestre, que serán anunciados oficialmente en las próximas semanas.
A la par, la relación entre Musk y Trump se ha vuelto más tensa. Recientemente, el expresidente estadounidense lanzó duras críticas contra el empresario luego de que este cuestionara una iniciativa fiscal de su posible futura administración. Trump incluso sugirió “deportar” a Musk y “regresarlo a Sudáfrica”, en un tono que generó amplias reacciones en redes sociales.
El caso Tesla pone en evidencia cómo las posturas ideológicas de los líderes empresariales pueden influir en las decisiones de compra de los consumidores y, en consecuencia, en el desempeño financiero de las compañías tecnológicas.