Singapur endurece sanciones contra el vapeo: multas, cárcel y hasta azotes para infractores

El gobierno de Singapur anunció un endurecimiento histórico de las sanciones contra el vapeo, en respuesta al aumento del consumo de dispositivos electrónicos mezclados con drogas como el etomidato, un anestésico con efectos similares a la ketamina.

A partir del 1 de septiembre de 2025, quienes sean sorprendidos utilizando o poseyendo vapeadores, incluso los convencionales, enfrentarán multas de al menos S$500 ($390 USD), además de rehabilitación obligatoria. En los casos más graves, las sanciones incluyen penas de cárcel y hasta azotes con vara.


“Kpods”: la nueva amenaza que preocupa a las autoridades

En los últimos meses, las autoridades detectaron un aumento de los llamados Kpods, vapeadores con etomidato que provocan efectos alucinógenos. Una prueba realizada en julio reveló que uno de cada tres dispositivos incautados contenía esta sustancia.

Videos de jóvenes actuando de forma errática tras consumir estos vapeadores se han vuelto virales, lo que ha generado alarma social. El ministro de Salud, Ong Ye Kung, declaró que estos dispositivos son ahora “una puerta de entrada para el abuso de drogas graves” y que se requieren leyes más estrictas para frenar la crisis.


Consecuencias para proveedores, extranjeros y turistas

Las penas más duras recaerán sobre los distribuidores de vapeadores adulterados, quienes podrían enfrentar hasta 20 años de cárcel y 15 azotes.

Los extranjeros residentes o trabajadores en Singapur también están en la mira: además de las sanciones, corren el riesgo de ser deportados y perder sus permisos de residencia. Incluso los turistas deberán acatar la norma, con advertencias colocadas en el aeropuerto de Changi y contenedores especiales para desechar vapeadores antes de ingresar al país.


Una campaña nacional contra el vapeo

El refuerzo legal viene acompañado de una campaña de salud pública masiva: anuncios en autobuses, trenes y universidades, programas educativos en escuelas y patrullajes aleatorios en espacios públicos. Además, los controles fronterizos se han intensificado en los pasos hacia Malasia e Indonesia, principales puntos de entrada de vapeadores ilegales.

La estrategia de Singapur se suma a la tendencia internacional de endurecer regulaciones contra el vapeo, como lo hicieron recientemente Reino Unido, Bélgica y Australia, en un esfuerzo por proteger a niños y jóvenes de esta práctica en expansión.

Fumar y vapear juntos: El doble riesgo que amenaza tu vida con Cáncer de Pulmón

El consumo de cigarrillos y el vapeo están en el centro de un debate cada vez más relevante sobre la salud pulmonar.

El consumo de cigarrillos y el vapeo están en el centro de un debate cada vez más relevante sobre la salud pulmonar. Investigaciones recientes revelan que combinar ambos hábitos cuadruplica el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón en comparación con el tabaquismo exclusivo. Este hallazgo, respaldado por un estudio publicado en el Journal of Oncology Research and Therapy , pone de manifiesto la necesidad urgente de entender cómo afectan estos comportamientos a nuestra salud respiratoria.

Efectos del Tabaquismo y el Vapeo en los Pulmones

El humo de los cigarrillos contiene más de 7.000 compuestos químicos, muchos de los cuales son altamente tóxicos y cancerígenos. Entre ellos se incluyen los hidrocarburos aromáticos policíclicos, las nitrosaminas y los aldehídos. Estos agentes dañan el ADN, alteran los mecanismos de reparación celular y fomentan la formación de tumores en los pulmones.

Por su parte, el vapeo no está exento de riesgos. Los aerosoles generados por los cigarrillos electrónicos contienen aldehídos tóxicos, metales pesados ​​y otros compuestos que inducen inflamación crónica en las vías respiratorias. Además, se ha demostrado que el vapeo promueve la secreción de citocinas proinflamatorias, un factor que favorece el desarrollo de cáncer pulmonar.

Comparativa de Riesgos: Fumar vs. Vapear

Según el estudio, los fumadores de cigarrillos tradicionales tienen un riesgo de cáncer de pulmón considerablemente alto, con una relación de probabilidades (OR) de 9.6. Sin embargo, los individuos que combinan el vapeo con el tabaquismo presentan un riesgo aún mayor, con un OR de 38.7. Esto significa que quienes fuman y vapean a la vez tienen casi cuatro veces más probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón que los fumadores exclusivos.

Este aumento de riesgo se debe a la exposición acumulativa a sustancias tóxicas de ambos productos. Los fumadores inhalan carcinógenos del tabaco, mientras que los vapeadores están expuestos a derivados químicos de los líquidos de vapeo. La combinación de estos elementos acelera el daño celular, elevando las probabilidades de desarrollar tumores pulmonares.

Factores que aumentan el riesgo de cáncer de Pulmón

Diversos factores influyen en el riesgo de cáncer de pulmón, entre ellos la duración y la cantidad del hábito, así como la frecuencia del consumo. Los fumadores crónicos, aquellos con más de 40 años-pack, tienen un riesgo significativamente mayor. La exposición simultánea al humo de tabaco y los aerosoles de vapeo genera una inflamación crónica que daña aún más el tejido pulmonar.

Además, personas con enfermedades preexistentes como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o afecciones cardiovasculares, como la enfermedad arterial coronaria, tienen una mayor vulnerabilidad. Estas comorbilidades incrementan los daños celulares y la susceptibilidad a los carcinógenos.

Los estudios recientes subrayan la importancia de aumentar la conciencia pública sobre los riesgos del consumo combinado de cigarrillos y vapeo. A pesar de que los cigarrillos electrónicos se presentan como una opción menos dañina que el tabaco, las evidencias científicas demuestran que el uso simultáneo de ambos productos puede acelerar el desarrollo de cáncer de pulmón. Para reducir estos riesgos, es crucial educar a la población sobre los efectos nocivos de fumar y vapear, así como promover estrategias efectivas de prevención y deshabituación.

Este hallazgo resalta la necesidad de tomar medidas preventivas claras para proteger la salud pulmonar y reducir el impacto del tabaquismo y el vapeo en la sociedad.