El colapso de Billions Trade Club, un esquema financiero que ha dejado a miles de inversores en la ruina, ha destapado una compleja red de empresas y personas involucradas. En el centro de esta trama se encuentra Top Legacy Company, una firma mexicana con sede en Guadalajara, Jalisco, que ahora está bajo el escrutinio de las autoridades.
Advertencias de la Condusef y el esquema fraudulento
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) había emitido advertencias sobre Billions Trade Club, destacando que esta entidad no estaba registrada en el Sistema de Registro de Servicios Financieros (SIPRES). Sin embargo, a pesar de las alertas, muchos inversores depositaron su confianza en la promesa de altos rendimientos. La situación explotó en julio de 2024, cuando la compañía dejó de pagar a sus clientes, confirmando las sospechas de fraude.
La conexión con Top Legacy Company
Top Legacy Company, fundada en abril de 2022 por Shakib Alfredo de Jesús Hamden Montoya, Jorge Enrique Rodríguez Frausto e Iván Vélez Leal, se ha visto implicada en este esquema al promover una entidad vinculada a un paraís fiscal. La falta de regulación y transparencia en sus operaciones ha levantado serias preocupaciones.
Según la legislación mexicana, la captación de recursos del público debe ser supervisada por organismos como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), lo que no ocurrió en este caso. Esto podría derivar en investigaciones por delitos como fraude y lavado de dinero, además de cuestionamientos sobre el destino de los fondos captados.
Promesas tecnológicas disfrazadas de fraude
Billions Trade Club se presentó como un “club exclusivo” especializado en criptoarbitraje, utilizando la criptomoneda Tether (USDT). La empresa promocionó un modelo basado en tecnología blockchain, dirigido a inversores interesados en criptomonedas. Sin embargo, la falta de regulación y el cese de pagos revelaron la verdadera naturaleza del esquema.
Urgencia de una supervisión más estricta
Este caso subraya la necesidad de reforzar la supervisión de los esquemas financieros que operan bajo el atractivo de la tecnología blockchain. La innovación no debe ser excusa para evadir regulaciones ni para poner en riesgo los ahorros de los ciudadanos.
Las investigaciones en curso buscarán determinar el paradero de los recursos captados y establecer las responsabilidades legales de los involucrados. Este escándalo sirve como un recordatorio para los inversores de la importancia de verificar la legitimidad de las plataformas antes de confiar su dinero.