El gimnasio Smart Fit sucursal Condesa, ubicado en la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, fue clausurado y colocado bajo suspensión oficial, a pesar de que la cadena negó públicamente la muerte de uno de sus usuarios.
Durante la mañana del martes 22 de julio, el periodista Carlos Jiménez difundió en redes sociales que un cliente del gimnasio habría fallecido dentro de las instalaciones. Aunque la noticia generó preocupación entre los usuarios, la cadena Smart Fit negó los hechos, asegurando que no se había registrado ningún deceso en sus sucursales y que todas sus unidades operaban con normalidad.
Sin embargo, horas más tarde, Jiménez publicó un video en el que se observa el gimnasio Condesa cerrado y con sellos de suspensión colocados por las autoridades. “Hoy revelamos que otro de sus clientes murió, pero la empresa mintió y buscó ocultarlo. La Fiscalía de la Ciudad de México ya investiga esta muerte”, señaló en su publicación.
La contradicción entre la postura oficial de la empresa y los reportes periodísticos ha generado cuestionamientos sobre la transparencia y protocolos de seguridad dentro de las instalaciones de Smart Fit. Hasta el momento, la cadena no ha emitido un nuevo comunicado para responder al cierre del establecimiento ni al avance de las investigaciones.
La Fiscalía General de Justicia de la CDMX ha iniciado una carpeta de investigación para esclarecer los hechos y determinar si hubo omisiones por parte del personal del gimnasio o intentos por encubrir el incidente.
Este caso ha reavivado la conversación sobre la responsabilidad de las empresas en la seguridad de sus clientes y la importancia de contar con protocolos claros de actuación ante emergencias médicas dentro de espacios de alto tránsito como los gimnasios.