El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha confirmado que impondrá multas a usuarios de tarjetas de crédito departamentales como las de Liverpool, Coppel y Suburbia, en caso de detectarse inconsistencias fiscales entre los ingresos declarados y los gastos realizados.
Aunque muchos consideran que las tarjetas departamentales están exentas de vigilancia fiscal, la realidad es distinta. El SAT puede sancionar a cualquier contribuyente que registre gastos que no coinciden con sus ingresos reportados, sin importar si las compras se hicieron con tarjetas bancarias o departamentales.
¿Por qué el SAT sanciona a los usuarios de tarjetas departamentales?
El principal motivo es la llamada discrepancia fiscal, que ocurre cuando los gastos superan de forma considerable los ingresos que el contribuyente declaró ante el SAT. Si bien no se trata de una fiscalización exclusiva a las tiendas, el uso de tarjetas emitidas por Liverpool, Coppel o Suburbia puede generar alertas si se observan movimientos financieros sospechosos.
Las instituciones financieras y comerciales están obligadas a reportar al SAT los movimientos relevantes de sus clientes, lo que permite al organismo detectar diferencias e iniciar procedimientos de revisión.
¿De cuánto pueden ser las multas del SAT?
Cuando se confirma una discrepancia y el contribuyente no puede justificar el origen legal de los recursos, el SAT puede aplicar multas que van del 15% al 70% del monto no justificado, además de recargos y posibles cargos por defraudación fiscal.
Una práctica riesgosa es utilizar la tarjeta para hacer compras a nombre de otras personas. Aunque el dinero provenga de un tercero, el SAT considera el gasto como propio del titular, lo que puede derivar en presunción de ingresos ocultos si no se refleja en la declaración anual.
¿Te pueden multar solo por tener una tarjeta departamental?
No. Tener una tarjeta departamental no implica sanción automática. Sin embargo, es fundamental que su uso sea personal, responsable y coherente con los ingresos reportados al SAT. En la actualidad, la autoridad fiscal dispone de tecnología avanzada para detectar movimientos atípicos, por lo que se recomienda mantener en orden la documentación y declaraciones.