Fátima Bosch defiende su título de Miss Universo 2025: “Todo lo que se ha dicho sobre mí es completamente falso”

La mexicana Fátima Bosch, recientemente coronada Miss Universo 2025, arribó este domingo a la ciudad de Nueva York para iniciar formalmente su año de actividades como representante global del certamen. Su llegada al aeropuerto Liberty de Newark estuvo marcada por un ambiente festivo, pese a la polémica que ha rodeado su triunfo desde la noche de la coronación.

Bosch fue recibida con danzas tradicionales, música folclórica y muestras de apoyo por parte de la comunidad mexicana y grupos culturales establecidos en Estados Unidos. La joven tabasqueña convivió con admiradores, ofreció fotografías y conversó con representantes de la diáspora, quienes celebraron su victoria como un motivo de orgullo nacional.

En sus primeras declaraciones en territorio estadounidense, Fátima Bosch destacó la importancia de representar a México en plataformas internacionales:
“Portar el nombre de mi país es una de las mayores responsabilidades que he asumido en mi vida”, afirmó. También reiteró que su agenda como Miss Universo estará enfocada en actividades filantrópicas y proyectos con niñas y comunidades vulnerables.

Fátima Bosch responde a la polémica y niega rotundamente el fraude

Desde el inicio del certamen, la nueva Miss Universo ha enfrentado una ola de señalamientos. El primer conflicto surgió tras un altercado en Tailandia con Nawat Itsaragrisil, presidente de Miss Universo Tailandia, quien luego ofreció disculpas públicas. Sin embargo, la controversia creció tras las declaraciones del exjurado Omar Harfouch, quien insinuó que la corona habría sido favorecida por supuestos vínculos empresariales entre Raúl Rocha Cantú, copropietario del certamen, y Pemex, donde el padre de Bosch había sido asesor.

La situación se intensificó cuando se dio a conocer que el dueño del certamen está bajo investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) por delitos relacionados con delincuencia organizada, tráfico de armas y robo de combustible.

Frente a los cuestionamientos, Bosch respondió con claridad:
“Muchas personas saben que todo lo que se ha dicho sobre mí es completamente falso. Mi triunfo generó polémica, pero cuando alguien rompe moldes y estereotipos eso incomoda”, declaró ante medios en Nueva York.

La reina de belleza también enfatizó que su papel va más allá de una pasarela:
“Mi responsabilidad es ser un ejemplo para las niñas y demostrar que vale más lo que llevas en la mente y en el corazón.”

Una historia personal que inspira

Fátima Bosch, formada como diseñadora en Italia y Estados Unidos, reveló que desde temprana edad fue diagnosticada con dislexia y TDAH, condiciones que —según afirma— se convirtieron en un motor para alcanzar sus metas y fortalecer su disciplina.

Como parte de los beneficios, Bosch recibió un premio económico de 250 mil dólares, un salario anual de 50 mil dólares, residencia en un departamento de lujo en Manhattan y la emblemática corona valuada en cinco millones de dólares.

Su reinado se mantendrá hasta 2026, aunque la continuidad del certamen Miss Universo enfrenta incertidumbre debido a los escándalos recientes.

¡De la pasarela al narco! Acusan a Raúl Rocha de operar una red de huachicol y tráfico de armas

La organización de Miss Universo atraviesa una crisis sin precedentes que ha pasado del espectáculo y la controversia mediática a un escándalo con tintes de crimen organizado. En tan solo una semana, el dueño del certamen, el empresario mexicano Raúl Rocha, ha sido señalado por presunto fraude en la coronación de Fátima Bosch, acusado de mantener vínculos comerciales con el padre de la ganadora y, ahora, implicado en una investigación por liderar una red criminal dedicada al tráfico de drogas, armas y combustible.

La polémica comenzó tras la victoria de Fátima Bosch, quien ya había enfrentado señalamientos desde su coronación nacional, cuando 27 de las 31 concursantes abandonaron el escenario en señal de protesta. Durante la final mundial celebrada en Tailandia, dos jueces renunciaron horas antes del evento. Uno de ellos, Omar Harfouch, denunció la formación de un jurado improvisado y conflictos de interés en la selección de finalistas.

Las sospechas se intensificaron cuando se reveló que una empresa de Rocha tiene un contrato por casi 750 millones de pesos con Pemex, donde trabaja desde hace décadas Bernardo Bosch, padre de la nueva Miss Universo. Aunque Rocha confirmó el contrato, argumentó que fue firmado antes de adquirir el 50% del certamen por 16 millones de dólares.

El escándalo escaló aún más cuando salió a la luz una orden de aprehensión emitida por un juez federal de Querétaro, a solicitud de la Fiscalía Especializada en Delincuencia Organizada (FEMDO). Según documentos judiciales, Rocha estaría involucrado en una red que introducía droga, armas y combustible desde Guatemala a través del río Usumacinta, con destino a estados como Querétaro y Ciudad de México. En la investigación aparecen implicados policías, funcionarios federales e incluso directivos de la propia Fiscalía.

La presidenta Claudia Sheinbaum ya pidió a la FGR aclarar el caso, mientras la dependencia confirmó que la investigación sigue en curso. Algunos medios incluso señalan que Rocha podría haber llegado a un acuerdo con las autoridades para actuar como testigo protegido.

Lo que comenzó como un escándalo de farándula se ha convertido en un caso político y judicial de alto impacto, donde la credibilidad de Miss Universo y la reputación de sus directivos enfrentan su episodio más grave en décadas. Todo apunta a que esta historia, lejos de terminar, apenas comienza.