La plataforma de música y pódcast Spotify enfrenta una demanda colectiva en una corte federal de Estados Unidos por presuntamente permitir la existencia de redes de bots que inflan artificialmente las cifras de reproducción de canciones, beneficiando a artistas de gran fama como Drake y afectando económicamente a músicos menos conocidos.
La denuncia fue presentada por el rapero RBX, primo del reconocido artista Snoop Dogg, quien acusa a la compañía de hacer “la vista gorda” ante el streaming fraudulento a gran escala, lo cual, según el documento, genera “un daño financiero masivo a artistas legítimos, compositores, productores y otros titulares de derechos”.
De acuerdo con la demanda, estas reproducciones falsas habrían permitido que artistas de alto perfil obtuvieran millones de dólares en ingresos, mientras Spotify habría incrementado su valor comercial al aparentar un número mayor de usuarios activos.
RBX argumenta que el sistema de pagos de Spotify —basado en un modelo de prorrateo que distribuye las regalías desde un fondo central generado por suscripciones y publicidad— se ve afectado cuando las cifras de escuchas están infladas. Este método reduce la proporción de ganancias para los artistas independientes o emergentes.
“El análisis de datos muestra que miles de millones de reproducciones fraudulentas han sido generadas en relación con canciones del artista más reproducido de todos los tiempos, profesionalmente conocido como Drake”, señala la querella.
Aunque el rapero canadiense no figura como acusado ni se le atribuye mala conducta, el caso se presenta “en nombre de artistas de grabaciones musicales, compositores e intérpretes perjudicados por el fraude sistemático”.
Por su parte, un portavoz de Spotify declaró a la agencia AFP que la empresa no comenta sobre litigios en curso, pero negó cualquier beneficio derivado de actividades fraudulentas. “Invertimos fuertemente en sistemas de última generación para detectar y eliminar reproducciones falsas, retener regalías y aplicar sanciones”, señaló el representante.
Esta nueva demanda reabre el debate sobre la transparencia y equidad en las plataformas de streaming, un tema que continúa generando preocupación entre los creadores de contenido musical a nivel mundial.

