La economía de México evitará la recesión en 2025, pero enfrentará un crecimiento anémico de apenas 0.4%, lo que lo posicionará como el país con el peor desempeño económico en América Latina, según el informe Perspectivas Económicas 2025 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El débil crecimiento proyectado responde a varios factores, tanto externos como internos, entre ellos el llamado “factor Trump”, que incluye nuevas medidas proteccionistas en Estados Unidos, como aranceles y restricciones comerciales que afectarían directamente a las exportaciones mexicanas, en especial del sector automotriz, maquinaria, autopartes y electrodomésticos.
La OCDE advirtió que la alta dependencia del mercado estadounidense, donde se dirige el 75% de las exportaciones mexicanas, hace que la economía de México sea especialmente vulnerable. Además, la posible desaceleración económica de Estados Unidos entre 2025 y 2026, sumada a condiciones financieras más restrictivas, podría debilitar aún más la inversión y la demanda externa.
En diciembre de 2024, la organización había estimado un crecimiento del 1.2% para México en 2025, pero el nuevo pronóstico refleja una clara pérdida de impulso. Para 2026, se espera una leve recuperación con una expansión del 1.1%, aún por debajo de los niveles anteriores.
En el ámbito interno, la OCDE señala que la inversión pública y el consumo también se debilitarán por la consolidación fiscal que busca reducir el déficit del gobierno federal del 6% al 3%. Por ello, recomienda implementar un plan fiscal de mediano plazo para mantener la sostenibilidad financiera sin frenar el crecimiento.
Por otro lado, la OCDE resalta factores positivos, como el bajo desempleo y la disminución de la inflación, que podrían sostener el consumo privado. En este contexto, Banxico debería mantener un enfoque gradual y prudente en la flexibilización de su política monetaria, con el objetivo de alcanzar una inflación del 3%.
Finalmente, el Banco de México también recortó su pronóstico de crecimiento para 2025 a apenas 0.1%, citando la desaceleración global y los riesgos derivados del regreso de políticas proteccionistas en Estados Unidos, reforzando así el panorama de estancamiento económico sin llegar a una recesión técnica.