Adiós a los colorantes artificiales: FDA elimina aditivos vinculados a riesgos en niños

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) anunció este martes que comenzará a eliminar gradualmente los colorantes alimentarios sintéticos derivados del petróleo del suministro de alimentos del país. Esta decisión responde a crecientes preocupaciones sobre sus efectos en la salud, especialmente en niños.

El comisionado de la FDA, Dr. Marty Makary, afirmó que, aunque no existe un único ingrediente responsable de las enfermedades crónicas infantiles, los colorantes artificiales forman parte de un “experimento sin control con niños estadounidenses durante más de 50 años”.

Estos colorantes están presentes en una amplia gama de productos, incluidos dulces, cereales, bebidas y medicamentos. Sin embargo, estudios han vinculado varios de ellos —como el Rojo No. 40, el Azul No. 1 y No. 2, el Verde No. 3 y los Amarillos No. 5 y 6— con riesgos potenciales como cáncer, irritabilidad, trastornos del sueño y problemas de atención en niños sensibles.

La transición hacia colorantes naturales

La FDA informó que eliminará seis colorantes sintéticos para finales de 2026 y que autorizará cuatro nuevos colorantes naturales, entre ellos:

  • Extracto de flor de guisante mariposa
  • Azul de gardenia
  • Fosfato de calcio
  • Azul de extracto de Galdieria

Además, se busca establecer un estándar nacional que sustituya a las regulaciones estatales independientes, como las implementadas en California y Virginia Occidental, que ya han legislado restricciones contra aditivos artificiales.

Reacciones divididas ante el anuncio

Mientras Consumer Reports y el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG) celebraron la medida, también advirtieron que la transición podría ser lenta, ya que depende de la colaboración voluntaria de la industria alimentaria. En contraste, asociaciones como Consumer Brands y la Asociación Nacional de Confiteros señalaron que seguirán las nuevas directrices, pero recordaron que los ingredientes actuales han sido avalados por la propia FDA durante décadas.

El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., calificó la medida como “una decisión obvia” y criticó que se hayan permitido productos con derivados del petróleo durante tanto tiempo:

“Nadie quiere comer petróleo. Si alguien quiere hacerlo, que lo agregue en casa, no en los alimentos que consumimos todos”.

La FDA también anunció que trabajará con los Institutos Nacionales de Salud para continuar investigando el impacto de estos aditivos en la salud infantil.