Polémica en EE.UU.: Kennedy Jr. Afirma que el Autismo es una “Epidemia Prevenible” sin Evidencia Científica

El actual secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., ha desatado una ola de críticas tras declarar públicamente que el Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una “epidemia prevenible”, atribuyendo su aumento a supuestas toxinas ambientales. Sus palabras, emitidas tras la publicación de un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), han sido catalogadas por expertos como irresponsables y desinformativas.

De acuerdo con el informe de los CDC, 1 de cada 31 niños fue diagnosticado con autismo en 2022, una cifra que continúa en ascenso desde años anteriores. Kennedy Jr. vinculó este incremento con “exposiciones ambientales”, descartando causas genéticas y los avances médicos que han permitido diagnósticos más tempranos y precisos.

“El autismo destruye familias. Muchos de estos niños no podrán integrarse plenamente a la sociedad debido a una exposición ambiental que provocó su condición”, declaró Kennedy, sin ofrecer evidencia científica que respalde sus afirmaciones.

Rechazo de la comunidad científica

Numerosos expertos en salud pública y organizaciones defensoras de personas con autismo han expresado su rechazo. Annette Estes, directora del Centro de Autismo de la Universidad de Washington, explicó que el aumento en los diagnósticos está relacionado con mejoras en los métodos de detección, mayor concienciación y disminución del estigma.

Por su parte, Alycia Halladay, directora científica de la Autism Science Foundation, agregó que «el acceso ampliado a servicios y el progreso médico son las verdaderas razones detrás de las cifras».

Un discurso sin respaldo y con impacto negativo

El discurso de Kennedy Jr. ha sido catalogado por médicos y especialistas como una “cruzada personal” sin base científica. Además, organizaciones de familias con hijos autistas temen que estas declaraciones perpetúen estigmas y obstaculicen políticas públicas de inclusión y apoyo a la comunidad neurodivergente.

En un contexto de recortes presupuestarios, despidos en agencias de salud y la creación de la Administración para una América Saludable (AHA) —que estaría liderada por el propio Kennedy—, sus palabras adquieren un tono aún más preocupante.

Conclusión

El Trastorno del Espectro Autista no tiene una causa única, y la evidencia científica disponible señala que factores genéticos y ambientales diversos, junto con mejoras en el diagnóstico, explican el aumento de casos. Declaraciones infundadas, especialmente desde posiciones de poder, pueden tener consecuencias graves en la percepción pública y en la calidad de vida de millones de personas.

Robert F. Kennedy Jr. anuncia investigación global para determinar causas del aumento del autismo

El secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., anunció el lanzamiento de un esfuerzo de investigación masivo para determinar las causas detrás del aumento de casos de autismo en el país. Durante una reunión de gabinete con el presidente Donald Trump, Kennedy aseguró que para septiembre de este año se esperan resultados concluyentes sobre los factores que podrían estar contribuyendo a lo que calificó como una «epidemia de autismo».

El plan contempla la participación de cientos de científicos de todo el mundo, aunque varios expertos han expresado escepticismo respecto a la objetividad de la investigación. Kennedy ha sido criticado previamente por su postura que vincula, sin respaldo científico sólido, las vacunas con el autismo.

Según cifras recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), uno de cada 36 niños en Estados Unidos ha sido diagnosticado con trastorno del espectro autista, un aumento considerable respecto a la cifra de 1 en 150 registrada en el año 2000. Factores como mejores diagnósticos, mayor conciencia pública y ampliaciones en los criterios de evaluación explican, en gran medida, este crecimiento. Las investigaciones científicas han confirmado que las vacunas no causan autismo, un consenso respaldado por instituciones como el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental.

No obstante, la nueva iniciativa impulsada por Kennedy plantea preocupaciones. Críticos como la Sociedad de Autismo de Estados Unidos y expertos en salud pública señalan la falta de transparencia y el riesgo de que los resultados estén condicionados por teorías infundadas. Además, cuestionan el plazo de cinco meses para concluir una investigación de tal magnitud, considerando los recortes presupuestales recientes en agencias como los NIH y el alejamiento de alianzas con la Organización Mundial de la Salud.

El Dr. Peter Hotez, reconocido especialista en vacunas, recordó que «el autismo tiene raíces en el desarrollo fetal temprano» y advirtió que cualquier intento de culpar factores externos recientes, como las vacunas, carece de sustento científico.

Mientras tanto, defensores de la comunidad del autismo llaman a enfoques basados en ciencia rigurosa y éticamente responsables, evitando alimentar desinformación que podría poner en riesgo la salud pública.