Stellantis, conglomerado automotriz propietario de marcas como Jeep y Ram, anunció la suspensión inmediata y temporal de sus operaciones en México y Canadá debido a los nuevos aranceles del 25% impuestos por el presidente Donald Trump al sector automotriz.
La empresa informó que esta medida responde al impacto directo que los aranceles están generando en la cadena de suministro y en los costos de producción, tanto en Norteamérica como en Estados Unidos. En un comunicado oficial, Stellantis confirmó que a partir del lunes 7 de abril pausará la producción en su planta de Windsor, Ontario, durante al menos dos semanas. Aunque no se especificó la duración del paro en México, se anticipa que afectará a diversas instalaciones.
Estas acciones, según la compañía, también impactarán operaciones en fábricas de ejes motores y estampado en Estados Unidos, lo que refleja el alcance global de la decisión. En total, el paro afectará a unos 4,500 empleados, según datos compartidos con el sindicato Unifor, que representa a los trabajadores canadienses.
Los nuevos aranceles automotrices forman parte de una ampliación de la guerra comercial impulsada por Trump, quien ha minimizado su impacto al declarar que “le da igual si suben los precios” de los autos importados, pues considera que así se impulsará la producción nacional.
La incertidumbre generada ya se refleja en el mercado bursátil: las acciones de Stellantis cayeron 2.2% antes de la apertura de Wall Street.