Dos crisis históricas de agua en la Ciudad de México que desafiaron su resiliencia

Hace muchas décadas la capital también vivió momentos de estrés por la escasez de agua.

La Ciudad de México enfrenta una grave crisis hídrica en la actualidad, pero no es la primera vez que se ve afectada por la escasez de agua. A lo largo de su historia, ha experimentado situaciones críticas que pusieron a prueba su resiliencia y capacidad de gestión del recurso hídrico.

El Conflicto de 1916:

Durante el conflicto entre las fuerzas zapatistas y carrancistas en 1916, la Ciudad de México se vio sumida en una crisis de agua cuando los zapatistas tomaron control de los pozos en Xochimilco, cortando el suministro a la ciudad. Esta acción no solo buscaba debilitar a las fuerzas enemigas, sino también enviar un mensaje sobre el control de recursos y territorio.

La respuesta del bando carrancista, liderada por el general Joaquín Amaro, fue crucial para recuperar el control de los pozos y restablecer el suministro de agua a la capital. Este episodio ilustra la importancia estratégica del agua en contextos de conflicto y su impacto directo en la vida diaria de la población.

La Falla de 1922:

En 1922, una falla en la planta de La Condesa interrumpió el bombeo de agua hacia la Ciudad de México, dejando a la ciudad con un suministro limitado a dos horas diarias. Esta situación desencadenó una crisis de acceso al agua, con residentes buscando desesperadamente fuentes alternativas y enfrentándose a la escasez y precios exorbitantes por agua contaminada.

Las autoridades intentaron mitigar la crisis con medidas provisionales, como bombas de baja potencia y la consideración de transportar agua desde el Desierto de los Leones, pero estas acciones resultaron insuficientes. La incapacidad para satisfacer las necesidades de la población provocó protestas que culminaron en enfrentamientos violentos, evidenciando la grave situación que enfrentaba la ciudad.

Estos dos episodios históricos muestran la vulnerabilidad de la Ciudad de México ante crisis hídricas y la importancia de una gestión efectiva del recurso para garantizar la sostenibilidad y el bienestar de sus habitantes. La resiliencia demostrada en el pasado frente a tales desafíos ofrece lecciones valiosas para afrontar la crisis actual y prepararse para futuras contingencias.

¿Te pueden cobrar el agua simple en los restaurantes?

Los restaurantes no te pueden negar un vaso con agua potable.

En México, es común que los restaurantes cobren el agua simple embotellada, pero ¿qué pasa con el agua simple del grifo? ¿Es legal que te cobren por ella?

La respuesta es y no.

, los restaurantes pueden cobrar por el agua simple embotellada, ya que esta es una bebida que tiene un costo de producción y venta. Sin embargo, no pueden cobrar por el agua simple del grifo, ya que esta es un servicio básico que debe ser gratuito para los consumidores.

En la Ciudad de México, la Ley de Establecimientos Mercantiles establece que los restaurantes están obligados a proporcionar agua potable gratuita a sus clientes. Esto significa que, si solicitas un vaso de agua simple del grifo, el restaurante no puede cobrarte por ello.

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) también respalda este derecho de los consumidores. En su sitio web, la Profeco señala que la propina es una gratificación voluntaria que los clientes pueden otorgar a los meseros por un buen servicio. Por lo tanto, los restaurantes no pueden obligar a los clientes a pagar propina.

Por lo tanto, si vas a un restaurante y solicitas un vaso de agua simple, debes estar atento a que el restaurante no te cobre por ello. Si el restaurante lo hace, puedes levantar una queja ante la Profeco.

Consejos para evitar que te cobren por el agua simple

Para evitar que te cobren por el agua simple, hay algunos consejos que puedes seguir:

  • Pide agua simple del grifo. Si el restaurante te pregunta si quieres agua embotellada, pide agua simple del grifo.
  • Revisa la carta. Antes de hacer tu pedido, revisa la carta para asegurarte de que el agua simple del grifo no tenga un costo adicional.
  • No pagues. Si el restaurante te cobra por el agua simple del grifo, no pagues. Puedes levantar una queja ante la Profeco.