La cadena de cafeterías Starbucks anunció un nuevo ajuste en su operación con el cierre de 400 tiendas en Norteamérica y el despido de 900 empleados, en lo que representa uno de los movimientos más importantes de su plan de reestructuración de 1.000 millones de dólares. Esta medida se suma a los 1.100 despidos realizados en febrero, configurando el mayor recorte laboral en la historia de la compañía.
De acuerdo con el director ejecutivo, Brian Niccol, las tiendas afectadas son aquellas que no cumplen con el entorno que los clientes esperan o que no muestran un camino claro hacia la rentabilidad. “Sé que estas decisiones impactan a nuestros socios y sus familias, pero son necesarias para construir un Starbucks más fuerte, resiliente y sostenible”, señaló el directivo en una carta a empleados.
Los cierres se implementarán la próxima semana, según informó la agencia Efe. A la par, Starbucks anunció que más de 1.000 locales serán remodelados para ofrecer espacios con sillas más cómodas, más enchufes, colores cálidos y una experiencia mejorada para el consumidor.
El 90% del presupuesto de reestructuración se invertirá en Estados Unidos y Canadá, donde Starbucks operaba 18.734 tiendas hasta junio. El objetivo es revertir la caída en ventas registrada en su principal mercado, donde la competencia con nuevas cadenas de café ha impactado sus ingresos y la cotización de sus acciones, que ya reflejan una baja del 12%.
Niccol, quien asumió la dirección de Starbucks hace un año con la misión de revitalizar la marca, busca reposicionar a la compañía frente a un mercado cada vez más exigente y competitivo. Con esta estrategia, la empresa pretende no solo recuperar terreno en ventas, sino también consolidar su liderazgo en la industria del café a nivel global.