La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este viernes 12 de septiembre que el incremento de los aranceles a los autos importados a México no está dirigido únicamente a China, sino a todos los países con los que no existe un tratado de libre comercio (TLC).
“Queremos dejar claro que no son medidas de coerción. Tenemos una muy buena relación con China y queremos seguir teniendo una buena relación con ellos”, señaló la mandataria durante su conferencia matutina.
México prepara diálogo con China
Sheinbaum adelantó que la próxima semana se realizarán reuniones con representantes del gobierno chino para explicar los alcances de los nuevos aranceles, que entrarían en vigor en 2026. También mencionó que otros países como Corea del Sur, Indonesia, Rusia, Tailandia y Turquía están en una situación similar, al no contar con TLC con México.
El objetivo, explicó, es garantizar un comercio más justo y proteger la producción nacional frente a precios que han llegado por debajo de los niveles de referencia.
Por qué México aplicará un arancel de 50% a autos
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, recordó que actualmente los autos provenientes de Asia pagan un arancel de 20%. Con la nueva política, se elevará al 50%, el máximo permitido por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“Lo vamos a llevar lo más alto que nos permite la OMC, porque los precios a los que están llegando a México están por debajo de los precios de referencia”, explicó Ebrard. Según el funcionario, esta medida también incentivará nuevas inversiones en la industria automotriz mexicana.
La postura de China ante el anuncio
El jueves 11 de septiembre, el portavoz de la Cancillería china, Lin Jian, expresó que su país se opone firmemente a cualquier medida coercitiva y a las políticas proteccionistas que limiten su comercio. Agregó que Beijing espera que México colabore en la promoción de la recuperación económica mundial y en un comercio global más equilibrado.
México niega un rompimiento con Beijing
El canciller Juan Ramón de la Fuente aseguró que existe diálogo constante con la embajada de China y descartó cualquier riesgo de rompimiento diplomático.
“Es una relación cordial, amistosa y productiva. Estos temas se plantean, se abordan y la relación sigue su curso”, declaró el funcionario.
Con estas medidas, el gobierno busca enviar un mensaje de equilibrio comercial, al mismo tiempo que reitera su disposición a mantener lazos sólidos con sus principales socios económicos, entre ellos China.