El Gobierno de México ha dado un paso firme para enfrentar la creciente crisis de obesidad infantil. A partir de marzo de 2025, la Secretaría de Educación Pública (SEP) prohibirá la venta de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas en las escuelas del país. Esta medida busca reducir los alarmantes niveles de obesidad entre los niños y adolescentes mexicanos, quienes se han visto afectados por el alto consumo de estos productos.
Según datos oficiales, más de 15 millones de menores de entre 5 y 19 años sufren de sobrepeso u obesidad en México, una de las tasas más altas a nivel mundial. La iniciativa fue anunciada por la presidenta Claudia Sheinbaum en su conferencia matutina, subrayando la importancia de implementar cambios drásticos en las escuelas para garantizar un entorno más saludable para los estudiantes.
Esta prohibición no es un esfuerzo aislado. En años anteriores, el gobierno mexicano introdujo el etiquetado frontal para advertir a los consumidores sobre los altos niveles de grasas, azúcares y sodio en muchos productos procesados. Sin embargo, estos productos continuaron siendo vendidos en las inmediaciones de los centros educativos, lo que llevó a la actual crisis de salud pública. Ahora, con la nueva normativa, los productos que contengan sellos de advertencia no podrán venderse ni dentro ni cerca de las escuelas.
Mario Delgado, secretario de Educación, señaló que las escuelas tendrán un periodo de seis meses para adaptarse a los nuevos lineamientos, que fueron publicados el 30 de septiembre en el Diario Oficial de la Federación (DOF). A partir de marzo de 2025, cualquier producto que contenga altos niveles de grasas, azúcares o sodio será considerado no apto para la venta o distribución en los planteles escolares.
La SEP también planea capacitar a las autoridades educativas y a los maestros para promover hábitos alimenticios saludables en los estudiantes. Además, el gobierno tiene como objetivo garantizar que todas las escuelas tengan acceso a agua potable y bebederos públicos para el año 2030. Actualmente, solo el 20% de las escuelas en México cuentan con este recurso básico.
El gobierno también lanzará una campaña nacional para promover la alimentación saludable, incentivando el consumo de frutas y verduras, y proporcionando guías de recetas saludables y económicas. Esta iniciativa forma parte de la estrategia integral para combatir la obesidad infantil en México, buscando mejorar la salud de las futuras generaciones.