El pasado 8 de marzo, un trágico accidente laboral sacudió a la comunidad de Azcapotzalco, Ciudad de México. Óscar “N”, empleado de la sucursal de Bisquets Obregón, ubicada en Calzada Camarones, perdió la vida dentro de un horno industrial de la panadería donde laboraba. Lo que inicialmente fue reportado como un infarto, terminó siendo una muerte causada por traumatismo de tórax y abdomen, según el acta de defunción.
El hecho ha generado una profunda indignación, no solo por las condiciones del accidente, sino por la respuesta de la empresa. De acuerdo con el periodista Carlos Jiménez, la familia del trabajador recibió únicamente 5 mil pesos como “apoyo” económico tras el fallecimiento, lo que ha sido considerado por muchos como una indemnización insultante ante la gravedad del suceso.
En su primer comunicado oficial, Bisquets Obregón afirmó que Óscar había fallecido a causa de un infarto al miocardio, versión que fue desmentida por la documentación oficial. Además, a pesar del trágico hecho, la sucursal continuó operando con normalidad al día siguiente del accidente, sin mostrar un cierre temporal por duelo o investigación.
Este caso pone en evidencia las precarias condiciones laborales que persisten en algunas empresas del sector alimentario, así como la necesidad urgente de revisar protocolos de seguridad y responsabilidad empresarial ante accidentes laborales.
Diversos colectivos y usuarios en redes sociales han exigido justicia y una indemnización digna para la familia, utilizando etiquetas como #JusticiaParaÓscar y #BisquetsObregón. Las autoridades laborales ya se encuentran investigando el caso.