La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad, con 401 votos a favor, la reforma a la Ley General de Salud que prohíbe la venta y suministro de bebidas energéticas a menores de 18 años. La votación se llevó a cabo la tarde del 30 de septiembre de 2025, con el respaldo de todas las bancadas.
El proyecto fue impulsado por el senador Ricardo Monreal Ávila, quien agradeció a los legisladores por “resistir las presiones de empresarios” que buscaban frenar la medida. “Es una norma para cuidar a los jóvenes”, expresó durante la sesión, recordando que este sector de la población es el principal consumidor de estas bebidas.
Alcances de la reforma
La iniciativa modifica los artículos 215, 216 y 419 de la Ley General de Salud, con el objetivo de frenar el consumo de bebidas que contienen altas concentraciones de cafeína, taurina, glucuronolactona, tiamina u otras sustancias estimulantes.
El dictamen establece que será la Secretaría de Salud, en coordinación con especialistas, la encargada de definir qué sustancias y combinaciones deben ser clasificadas como bebidas energetizantes. Esto permitirá determinar restricciones de consumo, emisión de alertas sanitarias y limitaciones en publicidad o comercialización.
Obligaciones para comercios y sanciones
La reforma señala que los establecimientos comerciales deberán verificar la mayoría de edad de los compradores mediante una identificación oficial antes de concretar la venta. En caso de incumplimiento, las sanciones se aplicarán conforme al artículo 419 de la Ley General de Salud.
Campañas de prevención
Además de la prohibición, la norma contempla que la Secretaría de Salud, junto con la Secretaría de Educación Pública y el Consejo de Salubridad General, implementen campañas informativas para advertir a la población sobre los riesgos de estas bebidas en menores y grupos vulnerables.
Con esta medida, México se suma a la lista de países que han establecido restricciones legales al consumo de bebidas energizantes, argumentando que representan riesgos a la salud como alteraciones del sueño, ansiedad, arritmias y presión arterial elevada.