Del Monte Foods, histórica compañía de alimentos con 139 años de trayectoria, se acogió voluntariamente al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, dando inicio a un proceso de reestructuración financiera y preparando la venta de la totalidad o gran parte de sus activos.
La solicitud fue presentada ante el Tribunal de Quiebras del Distrito de Nueva Jersey, como parte de una estrategia para reforzar la posición financiera de la empresa y asegurar su viabilidad a largo plazo. Según el comunicado oficial, Del Monte Foods obtuvo un financiamiento por 912.5 millones de dólares, de los cuales 165 millones provienen de nuevos recursos aportados por acreedores actuales, sujeto a aprobación judicial.
Este respaldo financiero, sumado al flujo de efectivo de sus operaciones, permitirá que la empresa continúe con sus actividades normales, incluyendo la temporada actual de empaque. “Con una estructura de capital mejorada y nuevos propietarios, estaremos mejor posicionados para lograr el éxito a largo plazo”, afirmó Greg Longstreet, presidente y CEO de Del Monte Foods.
Como parte del proceso, la compañía firmó un acuerdo de apoyo a la reestructuración con algunos de sus acreedores, lo que permitirá llevar a cabo un proceso de venta supervisado por el tribunal. El objetivo es encontrar la mejor oferta posible para maximizar el valor de sus activos y proteger los intereses de sus stakeholders.
Importante destacar que las operaciones internacionales, incluyendo la de México, no están incluidas en el procedimiento de bancarrota y seguirán funcionando con normalidad. Del Monte aclaró que los productos que Conagra Brands fabrica y distribuye bajo la marca Del Monte en el mercado mexicano no se verán afectados, y continuarán disponibles en los anaqueles.
“Tras una revisión exhaustiva, determinamos que esta vía es la mejor opción para acelerar nuestra recuperación y construir una Del Monte Foods más fuerte y sostenible”, concluyó Longstreet.