El camarón es uno de los mariscos más apreciados, incluso por aquellos a los que no les gusta el pescado. La razón es su sabor suave y ligeramente dulce, además es muy versátil, por eso existe una infinidad de recetas con camarones.
Frescos se pueden comer en coctel, sushi, empanizados, al mojo de ajo y de muchas formas más… pero también encontramos los camarones secos. Estos son muy apreciados especialmente en la época navideña, pues forman parte de platillos clásicos como los romeritos y el caldo de camarón.
Aunque una de las grandes ventajas de los camarones secos es que pueden durar años, saberlos elegir es fundamental no solo para alargar su vida, sino para evitar pagar más por un producto de mala calidad.
¿Cómo elegir el camarón seco?
Lo primero que debes tomar en cuenta al elegir el camarón seco, es que existen diferentes opciones de tamaño, con y sin cabeza. Elige de acuerdo a las necesidades de tu receta; si no vas a usar las cabezas, quizá te cueste un poco más comprarlo sin ella, pero evitarás el desperdicio y tendrás más producto aprovechable.
Una vez que decidas qué tipo de camarón necesitas, compara precios. En la Central de Abastos de la Ciudad de México, el precio ronda los 340 pesos, pero puedes encontrarlo por más o menos precio. Eso sí, para confirmar que no te quieran hacer trampa, toma en cuenta estos puntos:
- Deben estar completos y con cáscara, rechaza los que estén troceados. Si vas a comprar con cabeza, checa que las cabezas estén pegadas al cuerpo, así evitarás sorpresas de tener puras cabezas.
- Elige camarones con un tono naranja brillante o beige, aquellos muy opacos podrían estar muy viejos o mal almacenados. Evita cualquier tipo de manchas.
- Pero ojo, tampoco compres aquellos con un color excesivamente naranja, pues podrían estar pintados.
- Verifica que no tengan moho, polilla, gusano o ningún otro tipo de cuerpo extraño.
- Evita aquellos que tengan costras de sal o un exceso de esta, aunque se secan con sal, esta no debe predominar.
- Checa que el camarón o esté muy reseco o “comprimido”, este podría ser un indicador de que lleve mucho tiempo almacenado.
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¿Cómo conservar el camarón seco?
Una vez que compras el camarón seco, es importante almacenarlo correctamente para que dure más tiempo. La clave está en mantenerlo lejos de la humedad, insectos y cualquier elemento que altere su sabor y características.
Lo ideal es guardar los camarones secos en un lugar fresco, seco y lejos de la luz solar directa. Un recipiente de vidrio o una bolsa de cierre hermético los mantendrá en buen estado y lejos del polvo y los insectos.
¿Cómo limpiar el camarón seco?
En general, el camarón seco solo requiere quitarle la cabeza, patas y cola. Hazlo con las manos limpias y sujetando el cuerpo firmemente para evitar trozarlo. En algunos casos, en especial cuando el camarón es grande, se puede retirar el caparazón.
Quítalo con cuidado, únicamente si no está muy pegado al cuerpo, de lo contrario, será mejor dejarlo y retirarlo cuando estén cocidos si se desea.
Lo bueno del camarón seco es que puedes aprovechar casi todo. Por ejemplo, muele las cabezas, patitas y colas para hacer unas tortitas de camarón, incluso sirven para dar sabor al mole de los romeritos.
De acuerdo al Gobierno de México, el camarón es un alimento nutritivo, pues nos aporta un bajo nivel de grasas y calorías, además de carotenos, betacarotenos, Omega-3, pro-vitamina A, antioxidantes, entre otros nutrientes.
Aunque fresco podemos aprovechar todos sus nutrientes, los camarones secos también son una buena opción, solo cuidado con el exceso de sodio.
Ahora que ya sabes cómo elegir el camarón seco, haz rendir tu dinero y prepara los mejores platillos con este ingrediente.