La automotriz china BYD (Build Your Dreams), el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo, canceló oficialmente su proyecto de construir una planta en México, en respuesta a la creciente presión arancelaria de Estados Unidos y a las tensiones geopolíticas derivadas de las políticas impulsadas por el expresidente Donald Trump.
Inicialmente, la planta estaba proyectada para comenzar operaciones después de 2025, con el objetivo de abastecer al mercado mexicano, a Latinoamérica y, eventualmente, al mercado estadounidense. En 2023, la compañía había anunciado que esta fábrica tendría una capacidad anual de 150,000 vehículos y generaría hasta 10,000 empleos.
Sin embargo, la vicepresidenta ejecutiva de BYD, Stella Li, declaró recientemente desde Brasil que la empresa ha decidido replantear su estrategia global y que no tiene previsto realizar nuevas inversiones en el corto plazo, a pesar de que América Latina sigue siendo una región clave para la compañía.
“Los problemas geopolíticos tienen un gran impacto en la industria automotriz. Ahora todos están replanteando sus estrategias. Queremos esperar a que haya más claridad antes de tomar una decisión”, señaló Li, en declaraciones recogidas por Bloomberg.
A esta decisión se suma el hecho de que el Ministerio de Comercio de China retrasó la aprobación del proyecto en México, debido al temor de que la tecnología de BYD pudiera ser aprovechada por Estados Unidos, según reveló el Financial Times.
En enero pasado, el director general de BYD en México, Jorge Vallejo, había indicado que se encontraban en proceso de selección de ubicación para la planta. No obstante, en marzo, la entonces jefa de gobierno y ahora presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó que la empresa no presentó una oferta formal de inversión.
Por el momento, BYD continúa su expansión en América con la apertura de su primera planta fuera de Asia en Brasil, mientras mantiene en pausa cualquier movimiento de manufactura en territorio mexicano.