El Bitcoin, la criptomoneda más valiosa del mundo, sufrió una caída del 5% este martes debido a las redobladas tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, lo que generó una fuerte ola de volatilidad en los mercados financieros internacionales.
De acuerdo con los datos del mercado recopilados por Europa Press, el Bitcoin llegó a tocar un mínimo de 110,000 dólares durante la apertura de Wall Street, aunque posteriormente moderó sus pérdidas y se cotizaba por encima de los 112,000 dólares al cierre de la jornada europea.
El desplome se produjo tras un nuevo cruce de acusaciones entre Washington y Pekín, luego de que China acusara a Estados Unidos de “exagerar” con su política de seguridad nacional, e instara a un diálogo sincero frente a las amenazas de mayores aranceles estadounidenses a productos chinos, como respuesta a los controles de exportación de tierras raras impuestos por el gobierno chino.
A su vez, Pekín anunció contramedidas contra cinco filiales estadounidenses de la empresa surcoreana Hanwha Ocean Corporation, en respuesta a su cooperación con las investigaciones de Washington, las cuales —según el gobierno chino— ponen en riesgo sus intereses estratégicos.
La tensión escaló aún más tras la entrada en vigor de nuevos aranceles del 10% por parte de Estados Unidos a las importaciones globales de madera y mobiliario, lo que elevó la incertidumbre económica internacional.
Este episodio se suma al conflicto que comenzó el viernes anterior, cuando el presidente estadounidense Donald Trump amenazó con aranceles masivos a China y con cancelar su próxima reunión con Xi Jinping. Sin embargo, durante el fin de semana, el mandatario suavizó su discurso, alimentando la expectativa sobre una posible reunión en la cumbre de la APEC, prevista para finales de octubre.
Analistas de Renta 4 advirtieron que las negociaciones bilaterales deberán avanzar antes del 10 de noviembre, fecha límite de la actual tregua comercial.
Mientras tanto, los inversores buscan refugio en el oro, que registró un incremento del 1% y alcanzó un nuevo máximo de 4,200 dólares por onza troy, impulsado por su reputación como activo seguro frente a la volatilidad de los mercados.
La divergencia entre ambos activos refleja el nerviosismo de los inversores ante la falta de claridad en las relaciones comerciales entre las dos mayores economías del mundo, lo que podría seguir presionando a las criptomonedas en las próximas semanas.