En una jornada de protesta que reflejó el descontento del sector agrícola, productores de limón de Apatzingán tiraron decenas de kilos del fruto como símbolo de rechazo ante los bajos precios de compra y la falta de apoyos al campo mexicano.
La manifestación se realizó en el marco del Paro Nacional Agropecuario, convocado por organizaciones de campesinos y productores de distintas regiones del país. Los manifestantes exigieron al gobierno federal una mejora en los precios de garantía, así como una política más efectiva de atención y financiamiento al sector agrícola.
Entre consignas como “Lo quieren regalado, ahí está”, los limoneros vaciaron cajas enteras de su producto sobre el pavimento, denunciando que los precios actuales no cubren ni siquiera los costos de producción.
“Si eso es lo que vale el limón para las autoridades y los consumidores, preferimos tirarlo antes que regalarlo”, expresaron los productores durante la protesta.
Los inconformes señalaron que el precio de compra del limón se ha desplomado en las últimas semanas, afectando gravemente su economía familiar. Argumentaron que los intermediarios pagan precios muy por debajo del valor real del mercado, mientras que los consumidores continúan enfrentando precios elevados en tiendas y mercados.
A la protesta se sumaron también productores de aguacate en las regiones de Uruapan, Peribán y Tancítaro, quienes denunciaron condiciones similares de desplome en los precios y falta de apoyo gubernamental.
En otras zonas de Michoacán, agricultores dedicados al cultivo de berries, jitomate y otras hortalizas también realizaron bloqueos y manifestaciones como parte del movimiento nacional. Todos coincidieron en que el abandono al campo mexicano está generando pérdidas millonarias y desmotivando la producción local.
Los productores advirtieron que continuarán con las movilizaciones si no reciben una respuesta inmediata del gobierno federal, y pidieron establecer mesas de diálogo que permitan revisar los precios de compra, los esquemas de exportación y los apoyos al sector rural.
“No queremos subsidios, queremos justicia en los precios y respeto a nuestro trabajo”, expresaron los agricultores.
Con estas acciones, los campesinos buscan visibilizar la crisis que atraviesa el campo michoacano, donde miles de familias dependen del cultivo de limón, aguacate y otras frutas, actividades que hoy enfrentan uno de sus momentos más críticos.