La expansión de Shein en Francia, considerada la cuna del prêt-à-porter, ha generado un fuerte debate político y económico por el llamado “choque de competitividad” entre la moda tradicional europea y el modelo chino de fast fashion.
El gigante asiático, conocido por su ropa de bajo costo y su velocidad de producción, anunció la apertura de seis tiendas físicas permanentes en el país galo, marcando un paso clave en su estrategia de consolidación en Europa. Sin embargo, esta decisión ha desatado una ola de críticas en un país que ve a la moda como parte esencial de su identidad cultural.
Según un informe de Bloomberg, Shein planea instalar sus locales incluso en espacios icónicos, como antiguos establecimientos de Galeries Lafayette, lo que ha provocado indignación entre diseñadores y políticos franceses. Marcas legendarias como Louis Vuitton, Hermès o Cartier consideran la llegada del gigante chino como una afrenta directa a la tradición de la moda francesa.
A pesar de las protestas, las autoridades locales reconocen que no pueden impedir la apertura de las tiendas, ya que el comercio es un derecho constitucional. Desde la administración de Limoges se aclaró que la liberalización del mercado impide bloquear la instalación de una empresa extranjera.
En medio de la controversia, Shein promete crear cientos de empleos y revitalizar zonas comerciales, aunque enfrenta múltiples acusaciones de explotación laboral, venta de productos falsificados y falta de transparencia.
La industria de la moda francesa, que ha perdido cerca de 50,000 empleos en los últimos años, culpa a la globalización y a la deslocalización industrial del debilitamiento del sector. Aun así, los consumidores parecen no estar dispuestos a renunciar a la moda rápida y asequible que representa Shein, cuyo mayor mercado europeo se encuentra precisamente en Francia.
Mientras Europa intenta redefinir su política comercial, el caso Shein pone de manifiesto la tensión entre la apertura global y la protección de la industria local, un dilema que podría marcar el futuro de la moda en el continente.
