Skip to content

Entre golpes, abusos y amenazas: así vive “Fofo” Márquez en el penal de Texcoco

El influencer Rodolfo ‘Fofo’ Márquez ha revelado una serie de abusos y violaciones a sus derechos humanos que, según sus declaraciones, ha sufrido desde que fue encarcelado por la brutal agresión a una mujer en un estacionamiento de Naucalpan, Estado de México.

Las declaraciones salieron a la luz a través del youtuber Juan Carlos Domingo, mejor conocido como ‘Dominguero’, quien aseguró que su intención es proteger a Márquez ante lo que está viviendo dentro del penal de Texcoco.

Según narró el propio ‘Fofo’, tras su detención fue trasladado primero al penal de Barrientos, en Tlalnepantla, donde denunció maltratos por parte de custodios, motivo por el cual fue reubicado al penal de Texcoco. Sin embargo, allí asegura ser víctima constante de extorsiones, golpizas, abusos sexuales y tortura psicológica.

En una conversación grabada, Márquez declaró:

“Ya no puedo, me quiero morir, no aguanto. Me han torturado mucho, me han extorsionado mucho, he vivido lo peor de la vida… me están extorsionando por 2 millones, ya subieron a 5.”

Además, el influencer relató que es golpeado a diario, colgado y desnudado. Señaló que sufre dolores severos por un hombro dislocado y que no le permiten atención médica adecuada.

“No estoy comiendo bien, me están golpeando diario, me están extorsionando con cantidades irreales.”

Márquez también denunció un supuesto abuso sexual por parte de otro interno y la amenaza de ser infectado con una enfermedad llamada “Champi”, que, según sus palabras, provoca gangrena y pérdida de extremidades.

“Hay una enfermedad que nunca había escuchado, donde se te gangrena la piel. Te enferman a propósito con eso y se ríen.”

El influencer mencionó que no puede caminar con normalidad, su cuerpo está atrofiado y ha sido sometido a humillaciones extremas, como meterle el rostro en excremento.

“Mi cuerpo ya no es el mismo. Los músculos están atrofiados… me están metiendo la cara a la mierda.”

Hasta el momento, ninguna autoridad penitenciaria ni del Estado de México se ha pronunciado sobre estas graves denuncias, que podrían constituir violaciones a los derechos humanos de una persona privada de la libertad, independientemente del delito que enfrenta.