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Del Monte Foods se declara en bancarrota y planea vender activos ante caída en ventas de productos enlatados

La histórica compañía de alimentos Del Monte Foods, conocida por sus frutas y verduras enlatadas, se ha declarado en bancarrota bajo el Capítulo 11 en Estados Unidos, como parte de un proceso de reestructuración que incluye la venta planificada de activos.

Con 139 años de historia, la empresa con sede en Walnut Creek, California, enfrenta una crisis provocada por el cambio en las preferencias del consumidor, el impacto de la inflación en supermercados, y el aumento de costos derivados del arancel del 50% al acero importado impuesto recientemente por el presidente Donald Trump.

Según el CEO Greg Longstreet, la bancarrota permitirá a la empresa operar con normalidad mientras concreta su venta:

“Determinamos que un proceso de venta supervisado por el tribunal es la forma más efectiva de acelerar nuestra recuperación y crear un Del Monte más fuerte y duradero.”

Del Monte Foods ha asegurado un financiamiento de 912.5 millones de dólares, que le permitirá continuar operaciones durante el proceso judicial.

La compañía también es propietaria de marcas como Contadina (productos de tomate), College Inn y Kitchen Basics (caldos), y la bebida de té con burbujas Joyba, esta última con buen desempeño en el año fiscal 2024. Sin embargo, el crecimiento en estas áreas no ha compensado la disminución en ventas de productos enlatados.

Expertos del sector, como Sarah Foss de Debtwire, explican que los consumidores han optado por productos más saludables y sin conservadores, lo que ha mermado la demanda de alimentos procesados tradicionales.

Además, Del Monte fue demandada en 2023 por un grupo de prestamistas que se opusieron a su plan de reestructuración de deuda. Aunque el conflicto se resolvió en mayo, la empresa ahora enfrenta un aumento de 4 millones de dólares anuales en gastos por intereses, lo que ha agravado su situación financiera.

La empresa, propiedad de Del Monte Pacific Ltd. con sede en Singapur, anunció que el proceso de bancarrota forma parte de una estrategia para facilitar la venta de sus activos y garantizar su viabilidad futura.