La empresa mexicana El Oso, reconocida por su fabricación de productos para el cuidado y limpieza del calzado, ha presentado una denuncia por un desalojo ilegal que, según la compañía, incluyó un robo millonario. En un evento ocurrido el pasado 17 de enero, se reportaron pérdidas de más de 20 millones de pesos en mercancía, dinero en efectivo de las ventas y bienes de la fábrica.
El abogado de la empresa, Mario Alberto Cardona Flores, detalló que los hechos no fueron el resultado de una diligencia de embargo, como se había señalado inicialmente, sino de un desalojo violento con tintes de vandalismo. En este incidente, un grupo de personas encapuchadas y agentes de la Policía capitalina ingresaron a las instalaciones de la empresa sin una orden judicial. Durante el desalojo, se robaron 2 millones de pesos en efectivo que la empresa había recaudado durante la semana, además de equipos de cómputo, sistemas de bases de datos, mercancía para el calzado y maquinaria. También se reportaron destrozos significativos en las instalaciones.
Ante este abuso de autoridad, la empresa El Oso presentó dos denuncias ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México por robo, privación ilegal de la libertad de los trabajadores y lesiones. Además, el abogado afirmó que la compañía enfrenta otros desafíos legales, como denuncias por crimen organizado relacionadas con su operación.
La empresa, que ha estado en operación durante más de 100 años, se encuentra en medio de un conflicto legal relacionado con el terreno donde operaba, ubicado en Eje Central y Popocatépetl, alcaldía Benito Juárez. Aunque el contrato con los dueños del terreno era indefinido, la rescisión del mismo ha dado lugar a disputas legales desde hace más de 4 años.
El desalojo no solo afectó la operación de la fábrica, sino que también dejó a 150 empleados sin trabajo temporalmente. Sin embargo, el abogado de El Oso aseguró que los salarios de los empleados se siguen pagando en tiempo y forma.
A raíz de los destrozos y el cierre temporal de la fábrica, la empresa estima pérdidas económicas por inactividad que ascienden a 6 millones de pesos. En cuanto al futuro inmediato, El Oso planea retomar sus operaciones en una nueva planta que han operado durante 40 años, con la previsión de reiniciar labores en la segunda semana de febrero.
En palabras del abogado Cardona: “Estamos trabajando arduamente para restablecer nuestros servicios y continuar siendo una empresa exitosa que genera empleo y contribuye al desarrollo económico de México.”